En una ocasión, el genial arquitecto Rem Koolhaas definió a Zaha Hadid como “un planeta en su propia e inimitable órbita”. Ese halago hacia su colega de profesión demuestra el respeto con el que el mundo de la arquitectura observaba a la Gran Dama.
Zaha Hadid logró hacerse un hueco en un mundo tradicionalmente masculino con una forma única de entender la arquitectura. Sus diseños, plagados de formas curvas, eran verdaderas proezas de ingeniería que obligaban a repensar las limitaciones físicas.
Tras su muerte el pasado 31 de Marzo, Zaha Hadid nos ha dejado un enorme legado profesional pero, sobre todo, el ejemplo de lucha y coraje con el que se enfrentó a los prejuicios toda su vida.
“¿Qué he tenido que pagar más caro? El hecho de ser mujer, inmigrante, querer ser pionera, ser rica,… todo eso. La combinación entre una mujer inmigrante, árabe, autosuficiente y que hacía cosas raras no me facilitó nada las cosas”. Pero su disciplina, fortaleza y constancia pudo con todas las dificultades.
Hacemos un repaso por dos de las obras en madera más relevantes de que fue la primera mujer en ganar el Premio Pritzker de Arquitectura.
Centro Heydar Aliyev en Azerbaiyán
Entre bloques que evidencia el pasado soviético de Azerbaiyán, se levanta este edificio que se ha convertido en un símbolo nacional para un país que busca la modernización y el desarrollo de sus infraestructuras.
El Centro Heydar Aliyev, concebido para alojar los principales actos culturales del país, establece una fluida relación entre la plaza que lo acoge y el interior del edificio. Las formas onduladas tan características de la arquitecta, modifican la superficie de la plaza en un ejercicio que acerca la obra a una de las grandes obsesiones de Hadid: convertir los edificios en paisaje.
Para el interior del espacio se optó por utilizar roble blanco estadounidense, una madera muy adecuada para el curvado con calor que se amoldaba perfectamente a las complejas formas del proyecto. Las curvas de madera se arremolinan hasta metamorfosearse de una nave a otra en una secuencia continua.
Fotografías: Helene Binet, Hufton + Crow e Ikoor
Instituto Rith Sleuk en Camboya.
Este proyecto aspira a servir de archivo de la historia Khmer Rouge para Camboya y a transformarse en centro de estudios sobre el genocidio en Asia.
Inspirándose en la arquitectura antigua de Angkor, Zaha Hadid Architects ha diseñado cinco torres de madera que albergarán un centro de investigación del genocidio, una escuela, un museo, un archivo y una biblioteca.
Como si de unos árboles se tratara, las cinco estructuras de madera nacen del suelo independientes entre sí pero a medida que crecen van entretejiéndose para acabar conectando los distintos departamentos que albergan.
La madera que se usará en su construcción provienen de cultivos sostenibles y aportará calidez y materialidad natural.
Imágenes: Courtesy of ZHA
“Si hay 360 grados, no hay razón para restringirme a uno solo”.
Zaha Hadid