En medio de los Alpes suizos, a 2.260 metros de altitud, se levanta el restaurante Chäserrug, concretamente en la estación de esquí de la que toma su nombre.
Frente a la magnificencia de las montañas, el estudio de arquitectura Herzog & de Meuron que firma el proyecto, plantea un refugio esencial para sentarse a disfrutar del excepcional paisaje.
El proyecto se levanta sobre una estructura de acero con una base de hormigón típica de la década de 1970 a la que se ha revestido íntegramente en sólida madera prefabricada por artesanos locales. Se optó por este material por su importancia en la tradición local de la zona.
El traslado y montaje de las maderas a 2.260 metros fue todo un reto, que se superó haciendo uso de los viajes regulares del teleférico para transportar todas las piezas a excepción de la grúa, que fue transportada en helicóptero.
La ubicación del restaurante, perpendicular a la estación, permite que el espacio se extienda horizontalmente a lo largo del paisaje. Se ha optado por aprovechar esa cualidad creando una nave larga y flexible dividida en dos estructuras conectadas por una gran área techada. El paisaje queda enmarcado por una sucesión de ventanas frente a las que se han colocado mesas y bancos en uno de sus laterales.
Además del paisaje y de la madera predominante en todo el espacio, también llama la atención la sucesión de sillas por la que se ha optado. Se trata de la Chair B de Konstantin Grcicpara BD Barcelona Design. Esta silla, premio Delta de Plata 2011, está fabricada en madera albergando piezas de aluminio en su estructura. Es apilable en horizontal y posee un asiento abatible lo que facilita mucho su almacenamiento. Un equilibrio perfecto entre estética y función.
Fotos cortesía de BD Barcelona Design.